Almería desde el comienzo de la terrible contienda temía los ataques de los rebeldes franquistas, durante el cerco a Málaga en Febrero de 1937 y especialmente tras su caída en manos "nacionales", Almería sufrió numerosos bombardeos tanto aéreos como navales. Sin embargo el episodio que ahora recojo se remonta al 29 de Mayo de 1.937, este día el acorazado de bolsillo alemán Deutschland fue atacado por dos aviones republicanos en aguas de Ibiza, muriendo una veintena de marineros y setenta y dos fueron heridos. Según Hugh Thomas los republicanos confundieron al Deutschland con el Canarias, ya que no estaba en la zona de control alemán sino en el francés, y no guardaba la distancia mínima de 10 millas respecto a la costa que se había acordado. El gobierno republicano por su parte alegó que el buque alemán disparó primero contra los aviones españoles que contestaron el ataque.
La noticia del incidente provocó la ira de Hitler que llegó incluso a plantearse declarar la guerra a la II República Española, finalmente se impuso la serenidad y "sólo" acordaron una acción de represalia contra una ciudad española. Se pensó en una ciudad abierta geográficamente, sin defensas militares de importancia y que no fuera Barcelona o Valencia para evitar demasiado eco internacional. Así las cosas y como Almería estaba dentro de la zona de control marítimo alemán, se ordena que al amanecer del día 31 de Mayo se atacara la ciudad. El comunicado del comandante militar de Almería al Ministerio de Defensa republicano narró así los hechos:
"Sobre las 5,30 de la madrugada fui avisado de que por la parte de Cartagena venían un acorazado y cuatro destructores de nacionalidad alemana. A las 5,45 los buques ponían proa hacia este puerto, señalándose una distancia de 20.000 metros. Los barcos continuaron avanzando y a una distancia de 12 kilómetros, aproximadamente, observada por telémetro desde las baterías de costa, rompieron el fuego sin notificación o aviso sobre la población de Almería, sin perseguir dentro de ella objetivo alguno concreto, pues sembraron de proyectiles todo el casco de la ciudad, calculándose unos doscientos los disparos hechos.
La batería de costa contestó al fuego de la escuadra, la cual se alejó lanzando una columna de humo. El observatorio de la batería distinguió perfectamente los colores de la bandera alemana de los buques agresores.
Estos hicieron si entrada por Cabo de Gata hasta la altura de Roquetas, donde viraron para acercarse a Almería, poniéndose en línea de combate y cruzando la bahía.
Al retirarse lo hicieron también por Cabo de Gata rumbo a Levante. Se han derrumbado varios edificios, habiendo muertos y heridos, cuyo número no se puede todavía fijar. En este momento comienzan las labores de desescombro (...)"
Los navíos utilizados en el ataque fueron el acorazado de bolsillo Admiral Scheer y los destructores Albatros, Leopard, Seeadler y Lluchs. El bombardeo duró treinta minutos sin interrupción y otros diez con intervalos de dos minutos. En cuanto a las calles y lugares más afectados podemos destacar Pescadería, el Parque, la zona de las Almadravillas, la Avenida de la República (actual Paseo de Almería) y sus calles adyacentes, el barrio de la Plaza de Toros ... En general, el ataque se extendió a toda la ciudad. Entre los edificios dañados, citemos la Catedral, la Iglesia de San Sebastián, la sede de la Cruz Roja, la rotonda del Banco Español de Crédito, la Estación ferroviaria y el local del diario ugetista almeriense "Adelante".
En cuanto a víctimas y aunque diversas fuentes varían su número, podemos cifrar el número de muertos en treinta y uno, mientras que el de heridos resulta incalculable.
Tras la venganza alemana se produjo una oleada de protestas internacionales. El ministro de Defensa Indalecio Prieto propuso atacar la flota alemana, aunque eso llevaría a un enfrentamiento abierto con Alemania (o quizás por esa razón). Azaña y la influencia rusa hicieron fracasar la propuesta. El presidente de la República llegó a manifestar:
"Hay que evitar que el Deutschland se convierta en nuestro Maine".
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